Reseña #5: "Every You, Every Me", David Levithan

¡Hola a todos! ¿Cómo están?

Hace un par de entradas, reseñé un libro de David Levithan llamado "Every Day", el cual me había gustado mucho y con el que inauguré el blog. Me había gustado el estilo de Levithan así que decidí continuar con otra novela suya, "Every you, every me". Me había llamado la atención el título, la sinopsis y sobre todo que sacara su nombre de una canción de Placebo :P

Vamos a contar una cosa sobre esta novela:

No tiene una estructura que uno pueda decir "tradicional". En primer lugar, se trata de un libro "conceptual". Levithan trabajó en conjunto con el fotógrafo Jonathan Farmer de la siguiente manera: Farmer le enviaba una fotografia y Levithan escribía sobre ella. Ahora bien, el quid de la cuestión residía en que Farmer no leía aquello que Levithan escribía, y el autor no sabía cuál era la próxima fotografía que iba a serle enviada. Estas fotografías aparecen a lo largo de la historia y están totalmente conectadas con la narración. Además, frecuentemente vamos a encontrarnos con partes tachadas como estas como si fuese un borrador que el protagonista va escribiendo y corrigiendo al mismo tiempo.

Estando ya sobre aviso, paso a resumir un poco la trama:

El protagonista de esta novela es Evan, un joven que vive constantemente atormentado por el recuerdo de su amiga Ariel. Como lectores, nosotros no sabemos qué es lo que le pasó a Ariel, simplemente sabemos que desapareció de la vida de Evan, en circunstancias misteriosas.

Evan es un joven muy introvertido, que apenas se relaciona con sus compañeros de curso, y que mantenía una estrecha amistad con Ariel, al punto que ella era la única con la que Evan se permitía hablar.

Ariel dejó también a un novio, llamado Jack, con el que Evan no tiene muy buena relación. (No sé si esto es spoiler, aclaración u obviedad. Por las dudas, va en blanco y el que quiere, lo lee): Sí, como deben sospechar, Evan está aún enamorado de Ariel. Y no, como también sospechan, no fue correspondido. Como recuerda Evan en algún pasaje del libro, Ariel le había propuesto "Vamos a amarnos, sin enamorarnos el uno del otro".

El conflicto aparece cuando un día, de regreso a casa, Evan se encuentra con un sobre sin remitente, pero en cuyo interior hay una fotografía que parece dirigida a él. Una fotografía de algún momento que solamente él había compartido con Ariel.

La situación continúa repitiéndose con el correr de los días y el stalker amplía el juego envolviendo a más gente.

A partir de este momento se desarrolla una búsqueda en la que Evan involucra a Jack y, más tarde, a algunos compañeros de escuela, para descubrir quién es la persona que está mandándole esas fotos. Porque, por lo que él recuerda, muchas de esas situaciones los concernían a ellos dos. Incluso hay algunas imágenes de Evan, quien solo dejaba que Ariel le tomara fotografías. El interrogante es: ¿quién es la persona que está hostigándolo? ¿Por qué tiene esas fotos? ¿Saca algún provecho de jugar con la inestabilidad emocional de Evan? Y por último... ¿puede esta persona ser Ariel?

No puedo decir mucho más, a decir verdad, sin spoilear la historia. Es una novela corta, de aproximadamente 250 páginas, a la que hay que descontarle las fotos, claro. Y acá viene mi primera valoración personal:

En el caso de "Every Day", una novela más larga, la trama me atrapó y lo leí en cuestión de horas. En cambio, "Every you, every me" me llevó una semana. Tuve que abandonarla de a rato y seguir con otros libros porque, la verdad, la lectura se me hacía difícil. No es una novela fácil; me refiero a que el tema es muy denso y uno tiene la sensación de estar metido en la mente de Evan, en sus emociones conflictuadas y en su sentimiento de culpa, sin un respiro. A mí, personalmente, me agobió.

Había escrito sobre "Every Day" que A, el protagonista, me había encantado (cito mis palabras textuales: "A se robó mi corazón"). No me pasó lo mismo con Evan. Me resultó demasiado oscuro, en momentos hasta insufrible. Si bien uno entiende el sufrimiento por el que pasa, esa impresión de resignación y de no querer ser ayudado por nadie terminó por exasperarme.

Ariel, si bien aparece en flashbacks, no me cautivó en lo absoluto. Tuve la sensación de estar leyendo sobre una nena caprichosa y manipuladora que hacía y deshacía a su antojo, y no sobre una persona deprimida. Jack, dentro de todo, es el único personaje que trata de mantener la cordura frente a ese torbellino de emociones.

Y ahora... EL FINAL.

Sobre "Every day" había dicho que el final, en un primer momento, no me había convencido y que terminó de cerrarme al enterarme que era -al menos- una bilogía. La "falta de convicción", por así llamarlo, venía de que no había terminado como yo hubiese deseado. Pero dije que en vistas de esas circunstancias, tenía coherencia. Cuadraba.

Ahora bien, el final de esta novela me pareció totalmente incongruente. Me dio la impresión de que, o a Farmer se le acababan las fotografías, o a Levithan las ganas de escribir, porque sacar esa situación de la galera, me hizo pensar más en "bueno, se me está haciendo muy largo el texto y hay que cerrarlo, mandemos fruta" que a algo bien planeado. No me convenció. Ni siquiera la pluma de Levithan brilló.

En resumen, "Every you, every me" es una novela que había arrancado a leer con ilusión, luego de haber leído "Cada día", y que terminé prácticamente por obligación. Me dio la sensación de estar leyendo un borrador de algo que podría haber sido un thriller de aquellas, y que finalmente se quedó en eso: un borrador.

Se me parte el corazón al ponerle esta nota, más cuando adoré "Cada día", pero tengo la esperanza de que otras novelas del autor me gusten. Por mi parte volveré a darle una chance a Levithan, pero en este caso, no puedo poner más de dos tacitas, porque la verdad es que no me atrapó, sino que por momentos hasta me angustió.

¡Buen viernes para todos!