¡Hola, gente que lee! ¿Cómo están?
Aquí en Argentina empezó el frío :O ya se estaba haciendo rogar el otoño... y vieron que los primeros fríos son los que más se sienten, ¿no? Así que estamos buscando los buzos, las chalinas, las bufandas... (me niego a poner en uso el gorro y los guantes, QUE ME QUEDA PARA JULIO SINO)
Hoy no vengo con reseñas ni tags ni portadas, sino que, como habrán visto, inauguramos una nueva sección (o algo así). En realidad, quería instalar esto desde hacía bastante, pero no se me ocurría ningún tema del cual hablar. Hasta que hoy, hace un rato, caí en la cuenta de que había algo importante para comentar y que, de hecho, es una de las razones por las que el blog está menos activo últimamente.
Así las cosas, les cuento, mis queridos lectores, que estoy atravesando ese momento tan temido y odiado por toda persona que ame leer: el bloqueo del lector. Desde que completé "El teorema Katherine" de John Green, no pude terminar de leer ninguna novela.
Les cuento mi vida lectora desde el 25 de abril, día en que publiqué la reseña de "El teorema Katherine" (libro que me costó mucho terminar). Arranqué con "Cuidado, no mires atrás" de Jennifer L. Armentrout, un libro que tenía muchísimas ganas de leer desde hacía tiempo. Pero no pude pasar del primer capítulo. El tema de leer en digital no es excusa porque suelo hacerlo y no tengo mayores problemas al respecto. Pero no logré avanzar con la novela.
En un rapto de nostalgia, me compré la edición paperback de "Fangirl", de Rainbow Rowell. ¿Un libro que ya había leído, y que me había gustado? ¿Para qué comprarlo? Pero ya se sabe que una no toma decisiones demasiado racionales dentro de una librería. Así que salí del local con una bolsita con un libro color verde agua y los adorables Cath y Levi en la portada.
Parecía haber funcionado. Pero otra vez, no pude seguir leyendo.
Cambié de estrategia, entonces: revolví en la biblioteca hasta dar con algún libro que no hubiera leído aún, o que hubiese leído hace mucho tiempo y no recordara bien su trama. Así fue como di con "Las viudas de los jueves" de Claudia Piñeiro, una autora argentina, que recuerdo me había gustado en su momento, pero de cuya trama no tenía mucho registro.
¿Y el libro? Bien, gracias. Descansando en la mesita de luz. Ojo, a veces lo saco a pasear y viaja conmigo en la mochila. ¡No cualquiera! :P
¿A qué voy con toda esta perorata? A que, habiendo comenzado el 2015 con un ritmo de diez libros por mes (que sabía bien que iba a ser imposible de mantener durante el año, por una cuestión de tiempos y obligaciones y estudio y demás), este mes que pasó leí un solo libro. Que encima no me gustó tanto. El problema es que, una vez que me hago de un rato libre, no puedo sentarme y leer. No puedo elegir un libro porque ninguno me atrae demasiado, o, una vez que logro elegir algo, no puedo concentrarme. O lo que es peor, no tengo ganas de leer. Y ya saben que, para cualquier persona que disfrute de los libros, eso es una contrariedad enorme...
Por eso decidí expresarme por acá. Estoy segura de que a todos nos ha ocurrido esto alguna vez, en mayor o menor medida. Así que, mis queridos lectores...
¿Qué hacen ustedes cuando sufren del "bloqueo del lector"?
¿Qué consejo podrían darle a cualquiera que le esté sucediendo?
¿Podrían sugerir alguna lectura? :) (sí, esta pregunta es súper egoísta, pero ustedes entenderán, jaja)
¡Buen jueves para todos! (y si son de Argentina, ¡abríguense que hace frío!)